Son numerosos los autores que dedican poemas al Cristo de la Yedra y a la Iglesia de Santa Ana. Comenzamos con Pedro Abaurre (Pablo Anzur), fallecido el pasado día 9 de Abril de 2010.
Pedro Abaurre, nacido en Puente Genil, nos deja versos de comunión, de inspiración y de amor por Écija, ciudad a la que supo elevar como categoría literaria, con un perseverante afán de perfección creadora.
Deja en sus poemarios “Cruz de luz astigitana” (1991),”Amanecer nazareno. Entre torres y espadañas” ( 1992), “Valle Celestial. Cien décimas a la Virgen del Valle con motivo de su coronación” ( 1999)… todo un “caleidoscopio pasional”. Con ellos pregonó su Semana Santa, sus Hermandades, los más representativos elementos de su geografía urbana ... y con los que trazó acaso uno de los mejores itinerarios poéticos de Écija. Su estilo literario, directo y claro, se caracteriza por su expresión sencilla, “natural”, cercana siempre al sentir del pueblo.
Autor: José Luis Jiménez Sánchez-Malo.
YEDRA Y CRUZ, CRISTO Y CARIDAD
II
A tu sol y su brillar,
en el yunque de un lucero
quien lo pudiera forjar,
para hacerlo costalero
de la Yedra al expirar.
En Santa Ana penitente,
cuando acaricia la piedra
el Genil y su corriente,
besa la brisa la Yedra
de la Cruz que mira al Puente.
Fiel astigitana,
cuando su agua corre
más santa y cristiana,
hay Yedra en la torre
que tiene Santa Ana.
Pablo Anzur: Amanecer Nazareno entre Torres y Espadañas, Écija, 1992:58.
LLEVA QUIEN DEJA Y VIVE EL QUE HA VIVIDO. Os mostramos este enlace a un video en la voz de Pedro Abaurre con el poema "Cristo de la Yedra y Virgen de la Caridad".
LA TORRE CHIQUITA
Eres torre de Santa Ana,
la más linda y presumida,
un pequeño relicario
cincelado en plata fina.
Es una torre de ensueño,
un sentido madrigal,
una flor en primavera,
una brisa matinal.
Torre chiquita y bonita,
vestida de azul y grana,
bella como un pensamiento,
linda como una manzana.
Cuando te ves en el río,
y te miras tan graciosa,
no envidias la de San Gil,
tan alta y presuntuosa.
La luna está enamorada
de la cruz de tu veleta,
y te mira noche y día,
la luna, luna lunera.
¡Oh torre maravillosa
la de la Puerta real
que abriste a San Fernando,
las puertas de la ciudad.
Fue una mañana de Mayo,
en el día de la cruz
y entraron los escuadrones
bajo el bello cielo azul.
Tiene un brillante recuerdo
de sus tiempos gloriosos,
y es que la santa andariega,
hizo aquí su tercer voto.
José Martín Jiménez
Foto: José Luis Asencio Padilla
AL CRISTO DE LA YEDRA
Esa Cruz lleva una Yedra
(verde que te quiero verde)
que se abraza y se entretiene
jugando con la madera.
Esa Cruz lleva una hilera
de Esperanza penitente
y se viene por el Puente
(trepa que te trepa y trepa).
Esa Yedra se parece,
ilusión enamorada,
a mi alma que se escapa
de mi pecho y de mi frente.
Esa Yedra, que es mi barro
y ha iniciado la escalada,
se refugia en la lanzada
que han abierto en su costado.
Por el Puente viene el río
con su corriente de plata
para ver como se alza
la yedra hasta el mismo Cristo,
y la Yedra enamorada,
que produce escalofrío,
en el Genil se hace río
y deja rezando al agua.
Por la noche con la gente,
las estrellas y mi Dios,
este barro que soy yo
se convierte en yedra verde;
y en esta divina espera,
quiere subir de repente
a ese trozo de madera
que el Genil, en su corriente,
hizo sueño de ribera
cuando el Cristo de la Yedra
se vino muriendo al Puente.
Francisco J. Fernández-Pro Ledesma
AL BUEN CAPATAZ DEL CRISTO DE LA YEDRA
Ya los ángeles gitanos
están de fiesta en el cielo,
llevando al cuello pañuelos
y buen compás en las manos.
Porque el pueblo astigitano
esperando está a la Yedra
que el lunes Santo se encierra
en la iglesia de Santana;
cuando el puente se engalana
por el Rey de Cielo y Tierra.
El Cristo con yedra nueva
deja al fin Santa María
y vuelve con alegría
aunque el adiós le conmueva…
Todo el fervor se renueva
y la Virgen va detrás
con un mensaje de paz
y fervor de costaleros
que siguen fiel el sendero
de un mítico Capataz…
Una voz, que viene de lejos
entre abalorios de nubes
en un coro de querubes
que propagan los reflejos
de río y luna en espejos
de un GITANO, honra y prez
que con el Cristo a sus pies
dio testimonio de celo
y acaba llegando al cielo
cuando dice: “¡A esta es!”
Pepita Tomás Montero
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