viernes, 9 de abril de 2010

22.- EL RÍO GENIL

"Puente del Río Genil" de José Luis Jiménez Sánchez-Malo.

QUE VIENE EL GENIL



Por allí viene el Genil.

Pues que viene caballero,

dejadlo venir.

Y trae al cinto la espada,

flores de su adolescencia,

desde la Sierra Nevada

pues allí tiene nacencia.


Por allí viene el Genil.

Pues que viene sonriente,

dejadlo venir.

Mas para entrar en poblado

debe moderar modales

pues a veces causa enfado

y otras, fueron mortales.


Por allí viene el Genil.

Pues que viene presuroso,

dejadlo venir.

Órgano de plata fría

es tu arpegio sostenido

música que nos debía

a este rincón escogido.


Por allí viene el Genil.

Pues que viene engalanado,

dejadlo venir.

Viene en Écija a buscar

blasones de buena rama,

y dedica su cantar

a damas de buena fama,

y a hombres de mejor cama.


Por allí viene el Genil.

Pues que viene enamorado,

dejadlo venir.

Y mi amor astigitano

que me venga como fuente

porque la niña que amo

aún no ha llegado a veinte.

Y la amo como a mi vida,

y cuando llora, es mi herida.


Por allá se va el Genil.

Pues que hoy estuvo amigo,

dejadlo partir.

Que lleve a Lora del Río,

amores como los míos.


Y que ponga hasta en Sevilla

amores tan escogidos,

que ya desde la semilla,

nadie los dé por vencidos.


Por allá se va el Genil.

Pues que ha de llegar al fin,

dejadlo partir.


Marcelino Fernández Piñón




MI CORTIJO

La cal gritaba blancura

en la pared del cortijo,

el río jugaba a cambiantes

de esmeraldas y zafiros;

pétalos de sangre roja

sobre los lagos de trigo;

del Sol la ruta seguían

girasoles amarillos;

eran las blancas palomas

en el cobalto infinito

azucenas que volaban;

en la orilla del río

buscaban frescor los chopos;

paz cantaban los olivos,

álamos de hojas de plata

daban sombra;

perfume, las madreselvas,

las mimosas…

Es delicioso el paisaje…

Era por fuera más lindo

que por dentro

mi cortijo.

Un alba de primavera

como un sol, por la ladera

llegó una hermosa vaquera…

Desde entonces

mi persona y mi cortijo

tienen reina:

la chavala más bonita

que produjo la ribera

del Genil…

Ahora mucho más bonito

es por dentro

que por fuera mi cortijo.

Tomás Beviá: Violetas. Abrí mi corazón de para en par: 362.



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A LA ORILLA DEL RÍO,

BAJO EL GRIS NUBLADO DEL CIELO

Y SOBRE LA TIERRA ENFANGADA,

ERGUÍASE SINIESTRO,

MIENTRAS QUE DE SUS RAMAS

LAS HOJAS AL FLUIDO CAUCE LLORABAN.

DE UN LADO SUS COMPAÑEROS,

DEL OTRO, LA TIBIA CHARCA

QUE DE ESPEJO LE SERVÍA

DESDE QUE ASOMABA EL ALBA.

SOBRE SU PIEL ÁSPERA

Y SUTILMENTE RESQUEBRAJADA,

UNO Y OTRO CORAZÓN

GRABADOS QUEDAN,

MIENTRAS QUE A TRAVÉS DE ELLOS

ILUSIONES Y LA VIDA PASAN.

AQUELLA PLANTA ERGUIDA,

TESTIGO DE ESPERANZAS,

DE TANTOS AMORES DECLARADOS,

DE TANTAS ALEGRÍAS AÑORADAS,

SENTÍA EL PASO DE LOS AÑOS

A MEDIDA QUE SU TRONCO ENSANCHABA.

TRANSCURRÍA EL TIEMPO,

SUS HOJAS LLEGABAN CON LA PRIMAVERA

NORMALMENTE HÚMEDA,

AUNQUE A VECES ALGO SOLEADA,

CON ESAS NOCHES EN QUE LA LUNA

AMIGA SE HACÍA DE SUS RAMAS.

LUEGO, CON EL OTOÑO,

DE NUEVO SE MARCHABAN

MIENTRAS QUE SUS RAMAS,

ALGO TRISTES,

QUEDABAN DESABRIGADAS.

AQUEL ÁRBOL SINIESTRO

REFLEJADO EN CAUCES DE PLATA,

SINTIÓ UN CALOR EN SU CUERPO

Y UN QUEJÍO SE ESCUCHÓ EN LA ALBORADA,

SOÑABA CON AQUELLA PRIMAVERA

Y UN RUISEÑOR QUE CANTÓ EN SUS RAMAS,

PERO EL SUEÑO QUEDÓ ENTRE TINIEBLAS

Y LA LUNA… LLORÓ POR L A MAÑANA.

Juan Palomo.

1 comentario:

  1. EL RÍO GENIL

    Tiene Güéjar Sierra un río
    al que le llaman Genil,
    tiene arte y señorío
    donde dan ganas de vivir,
    y una elegancia con brío
    que no se puede resistir
    cómo la que tiene este río.

    Su agua cristalina y pura
    que le prestan sus hermanos,
    que al bajar de la altura
    se van tendiendo la mano,
    con afecto y con ternura
    que, por algo son hermanos.

    ¿Que qué hermanos son?
    por ejemplo: Valdecasillas, ,
    otro que llaman Guarnón,
    el Vacares, Lucía y Vadillo,
    Valdeinfirno y San Juan,
    todos caminan, sin pena,
    si es que tenían alguna,
    ésta ya se les acaba
    al unirse al Maitena.

    Y después de su descanso
    pasajero del Pantano,
    se les une otro hermano
    que Aguas Blancas se llama.
    En Granada, espera el Darro
    y ya en tierra más llana
    el Dilar y el Munachil,
    continúa de buena gana
    nuestro querido Genil,
    porque sabe que le espera,
    ese gran Guadalquivir.

    Muchos viajeros ilustres
    que por tu cuna pasaron,
    admirados se quedaron
    de tu singular belleza
    y escritos te dedicaron
    y lo hicieron con largueza
    y hasta coplas te cantaron
    ponderando tu grandeza.

    Por eso los güéjareños
    nos sentimos orgullosos,
    y lo decimos aquí,
    que no abundan los lugares
    como la Cuna del río Genil.

    Domingo. Puente.

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